La fuerza del mar
Muchas veces no nos damos cuenta, pero estamos tan a gusto en el agua con poca gente y pillando olas que no te paras a pensar que puede pasar lo peor. Y es que con la tontería más grande es como vienen las desgracias.
Y eso es lo que me ha pasado a mi. Por suerte no se puede hablar de desgracia pero el susto que me llevé en ese momento no me lo quita nadie, y el collarín en 5 días tampoco.(continua...)
Y es que el domingo salió un día ventado y un poco creció (yo pensaba que no lo estaría tanto), y después de verme algunas playas del norte de la capital, decidí por ir a una playa conocida en el sur donde está más protegido a ver que tal estaba.
Cuando llegué me sorprendí de que alguna serie entraba decentemente y decidí meterme.
Al rato de estar acomodándome a esas olas grandes y un poco revueltas me empecé a encontrar a gusto en el agua y a ir arriesgando cada vez un poco más con cada ola que pillaba, gracias a eso me llevé un par de revolcones un tanto profundos pero sin importancia.
Poco a poco fue aumentando el viento y las olas no rompían igual, con lo que tenías que ir acercándote cada vez más a la orilla y empezaban a ser cerronas y a mover más masa de agua. Pues bueno, aun así y crecido por mi confianza de alguna ola bien pillada, enganché una y al acabar se ve que me dejó justo delante de la rompiente con el agua a un metro +/- del suelo, y cuando me dispongo a remontar resulta que detrás de la que había pillado yo venía una ola más grande y que se empieza a levantar justo delante de mi y no para de chupar agua. En cuanto me vi eso pensé, bueno, me sumerjo todo lo que pueda y me quedo pegado en el fondo a esperar a que pase y luego sigo pa lante.
Pues no! resulta que cuando me doy cuenta, el suelo esta muy cerca de la superficie, y antes de poder pensar en nada la ola me revienta justo encima con toda su fuerza, pero eso no fue lo peor, una vez me ha ha machacado contra el fondo y me ha pasado por encima me chupa y me lanza contra el banco de arena. Yo me hice una bola como pude esperando que pasara todo pero no sirvió de nada. de repente sentí un fuerte golpe en la cara y el cuello como se me dobló hacia atrás. En ese momento me asusté ya que no creía que el revolcón sería para tanto pero si me llega a dar un poco más fuerte me podía haber roto la columna y haberme quedado allí.
Por la tarde fui al médico y gracias a Dios no tengo nada roto. Collarín y antiinflamatorios.
Así que mucho cuidado cuando estéis surfeando, no os confiéis e ir siempre acompañado si veis que las condiciones son fuertes, porque con la cosa más tonta es como vienen las desgracias.
Ahora a disfrutar quien pueda!
Y eso es lo que me ha pasado a mi. Por suerte no se puede hablar de desgracia pero el susto que me llevé en ese momento no me lo quita nadie, y el collarín en 5 días tampoco.(continua...)
Y es que el domingo salió un día ventado y un poco creció (yo pensaba que no lo estaría tanto), y después de verme algunas playas del norte de la capital, decidí por ir a una playa conocida en el sur donde está más protegido a ver que tal estaba.
Cuando llegué me sorprendí de que alguna serie entraba decentemente y decidí meterme.
Al rato de estar acomodándome a esas olas grandes y un poco revueltas me empecé a encontrar a gusto en el agua y a ir arriesgando cada vez un poco más con cada ola que pillaba, gracias a eso me llevé un par de revolcones un tanto profundos pero sin importancia.
Poco a poco fue aumentando el viento y las olas no rompían igual, con lo que tenías que ir acercándote cada vez más a la orilla y empezaban a ser cerronas y a mover más masa de agua. Pues bueno, aun así y crecido por mi confianza de alguna ola bien pillada, enganché una y al acabar se ve que me dejó justo delante de la rompiente con el agua a un metro +/- del suelo, y cuando me dispongo a remontar resulta que detrás de la que había pillado yo venía una ola más grande y que se empieza a levantar justo delante de mi y no para de chupar agua. En cuanto me vi eso pensé, bueno, me sumerjo todo lo que pueda y me quedo pegado en el fondo a esperar a que pase y luego sigo pa lante.
Pues no! resulta que cuando me doy cuenta, el suelo esta muy cerca de la superficie, y antes de poder pensar en nada la ola me revienta justo encima con toda su fuerza, pero eso no fue lo peor, una vez me ha ha machacado contra el fondo y me ha pasado por encima me chupa y me lanza contra el banco de arena. Yo me hice una bola como pude esperando que pasara todo pero no sirvió de nada. de repente sentí un fuerte golpe en la cara y el cuello como se me dobló hacia atrás. En ese momento me asusté ya que no creía que el revolcón sería para tanto pero si me llega a dar un poco más fuerte me podía haber roto la columna y haberme quedado allí.
Por la tarde fui al médico y gracias a Dios no tengo nada roto. Collarín y antiinflamatorios.
Así que mucho cuidado cuando estéis surfeando, no os confiéis e ir siempre acompañado si veis que las condiciones son fuertes, porque con la cosa más tonta es como vienen las desgracias.
Ahora a disfrutar quien pueda!
Comentarios
Animo y recuperate bién que lo tuyo es peor.