La llama que engancha
-Disculpe, tiene fuego?
-Si claro! Aquí tiene.
Pero tenga cuidado que este fuego engancha…
-¿Y eso?
-No es un fuego normal. Este no quema, te atrapa… y cuando
menos te lo esperas, ya no puedes salir.
-¿De dónde lo has sacado?
-Hace ya unos años… se rumoreaba que un pueblecito de la
costa de Castellón, uno grupo de inquietos personajes estaban llevando a cabo
un festival de tablas largas, donde cada año, conseguían atraer a base de
esfuerzo y pasión, a gente de todas
partes atraídas por un extraño sentimiento.
Todos buscaban lo mismo… sentían la necesidad de disfrutar y
compartir el calor de este fuego. Y por unos días eran capaces de andar por el
agua impulsados por esa llama.
Un perturbado de esos, empezó a fabricar su propia llama
para calentar a esos iniciados que llenos de pasión pero con poca experiencia, querían
experimentar esa fuerza que te iluminaba la cara y te dejaba una sonrisa en el
rostro durante horas o incluso días.
Poco a poco, empezó a coger fuerza ese fuego, y ya empiezan a verse un poco más. Pero no es
una llama apta para todos. Solo los más afortunados, y seleccionados por sus aptitudes positivas
ante la vida, son capaces de poseer una.
Si le preguntas a alguien no sabrá explicártelo. Pero seguro
que te dice lo mismo que yo… “cuando lo pruebes, ya no podrás dejarlo”.
Así, que ten cuidado chico, que engancha.
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